nomaRags
Disparando
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Buenas
Después de una media de 10 horas pegado al ordenador, ordenando mis bibliotecas, procesando fotografías, viendo tutoriales de fotografía, revisiones de productos y miles de fotografías, me he dado cuenta, que estoy mas informado que antes, y ésto, ha provocado el cambio de mis preferencias en la compra de material fotográfico.
Éstas últimas semanas, antes de que nos quedáramos en casa, tuve la oportunidad de probar algunos objetivos por los que suspiraba, y me había convencido de que su elección era la correcta.
De hecho, la prueba del sony 35 f1.8, me había hecho, casi olvidar el Yashuara Anthy 35 f1.8, y decantarme claramente por el Sony, pero a raiz de que un compañero ha revivido el post, y esta imagen (y otras mas de 400 que he visto, incluso me he descargado los RAW), me he dado cuenta, de que el dicho de que la primera impresión es la que cuenta, es cierta.
Os voy a explicar, en la fotografía de muestra, cuales son las razones, por las cuales, para mi, éste es el objetivo ideal. Si abrís la imagen y hacéis un zoom al 100% sobre los labios de la chica, y os fijáis en la transición de la piel hasta el pelo, en su parte derecha de la cara, veréis la rápida transición del foco, pasando de una textura total, a un suavizado de la piel propio de una separación de frecuencias, pero además, y esto suma mucho, sin pérdida tonal y algo sublime, el suavizado de los brillos, a pesar de estar la exposición al límite (fíjate en el pómulo bajo el ojo desenfocado).
Ahora, ya que estás ahí, centra tu observación en la zona de transición de la bufanda roja, en su zona con foco, y a medida que se va desenfocando, fíjate que pierde textura, pero no contraste, y sigue hasta el pelo, y ahora mira con atención la transición tonal entre la bufanda roja, parte del fondo gris, azul, verde, el pelo marrón y el gorro degradado de blanco a gris, es increible, pero si esto fuera poco, y a pesar de la complejidad de esta zona de la toma, no hay la mínima transferencia de color entre las distintas texturas que se solapan, y por último, y esto es debido a las 9 palas, y la caída de calidad en las esquinas, en los reflejos y luces especulares un bokeh con un pequeño aro de cebolla, que en vez de molestar (como en otros objetivos), para mi, no hace mas que remarcar y acentuar el bokeh. ¡Tremendo!
El otro gran cambio de chip. Por culpa de los magníficos macreros que tenemos en este foro, y la necesidad de un tele estandar para la fotografía de estudio, tenía claras dudas en que invertir. En un principio. no sabía que hacer por que, tengo el 50 f1.8 de sony, que ópticamente, no está mal, aún que del resto es una patata, pero bien aconsejado por un compañero del foro, me compré un Vivitar 55 f2.8 macro con un adaptador, que le saca los colores al Sony, por lo que el deseado Sony Zeiss 55 f1.8, se me hacía lejos, dado que la inversión me obligaría a deshacerme de los otros dos, y el Vivitar se queda conmigo. Así que las opciones que tenía, eran el sony 90 f2.8 macro o el 85 f1.8, que probé recientemente, o el Zeiss Planar 85 f1.4 con adaptador ( que me dejó flipado cuando lo probé), inclinándome mas por el Zeiss, por una cuestión personal con el color y su transición en Zeiss, que me tiene embelesado desde el principio de los tiempos.
Pero éstos días, se me han roto los esquemas, y os cuento. Un fotógrafo de esos a los que sigo hace mucho tiempo, porque su trabajo me atrae y me inspira, y con el que tengo buen rollito, aún que sus equipos son exclusivamente Leica y Hasselblad, con los problemas que ha habido en Hong Kong, su último trabajo corporativo lo realizó en su casa, ya que no podía acceder a su estudio y su equipo, y para ello, su tienda de confianza le envió en préstamo, 2 profoto B2 con varios modificadores, una Sony A7 RIV y un Voigtlander 65 F2 Macro Apo-Lanthar. Hizo el trabajo, y se quedó la cámara y el objetivo. Yo he tenido la suerte (entenderéis que no pueda mostrarlo), de ver el trabajo, y unos recortes al 100% del mismo, y sinceramente, es increible. Y lo es, porque las mismas fotos las realizó con la cámara y el objetivo que lleva siempre con él, la Leica M10-D y el Summilux-M 50/1.4 ASPH, y comparados los recortes, el Voigtlander, no sólo tiene mas nitidez aparente a la misma apertura, sino, que tiene 0 distorsión, es mas, parece que la Leica no da la talla (jaajaja, me muero de la risa con mi afirmación). Además de éste trabajo en concreto, me puse a investigar, y me pasé todo un día, buceando por la red, sobre todo en Flickr ( ), y tras ello, me he puesto a ver reviws, y ahora lo tengo mas que claro. Ni 55, ni 85, ni 90, éste es mi objetivo, a pesar de que contrasta los colores un poco mas de lo que a mi me gusta, pero ésto último, es lo mas fácil de solucionar en el revelado.
Valla ladrillo, pero para estos días, no es malo, jajaja.
¿Que? ¿ Os ha pasado algo similar? ¿o soy yo el único rarito?
Cuéntanoslo.
Unha aperta
Después de una media de 10 horas pegado al ordenador, ordenando mis bibliotecas, procesando fotografías, viendo tutoriales de fotografía, revisiones de productos y miles de fotografías, me he dado cuenta, que estoy mas informado que antes, y ésto, ha provocado el cambio de mis preferencias en la compra de material fotográfico.
Éstas últimas semanas, antes de que nos quedáramos en casa, tuve la oportunidad de probar algunos objetivos por los que suspiraba, y me había convencido de que su elección era la correcta.
De hecho, la prueba del sony 35 f1.8, me había hecho, casi olvidar el Yashuara Anthy 35 f1.8, y decantarme claramente por el Sony, pero a raiz de que un compañero ha revivido el post, y esta imagen (y otras mas de 400 que he visto, incluso me he descargado los RAW), me he dado cuenta, de que el dicho de que la primera impresión es la que cuenta, es cierta.
Os voy a explicar, en la fotografía de muestra, cuales son las razones, por las cuales, para mi, éste es el objetivo ideal. Si abrís la imagen y hacéis un zoom al 100% sobre los labios de la chica, y os fijáis en la transición de la piel hasta el pelo, en su parte derecha de la cara, veréis la rápida transición del foco, pasando de una textura total, a un suavizado de la piel propio de una separación de frecuencias, pero además, y esto suma mucho, sin pérdida tonal y algo sublime, el suavizado de los brillos, a pesar de estar la exposición al límite (fíjate en el pómulo bajo el ojo desenfocado).
Ahora, ya que estás ahí, centra tu observación en la zona de transición de la bufanda roja, en su zona con foco, y a medida que se va desenfocando, fíjate que pierde textura, pero no contraste, y sigue hasta el pelo, y ahora mira con atención la transición tonal entre la bufanda roja, parte del fondo gris, azul, verde, el pelo marrón y el gorro degradado de blanco a gris, es increible, pero si esto fuera poco, y a pesar de la complejidad de esta zona de la toma, no hay la mínima transferencia de color entre las distintas texturas que se solapan, y por último, y esto es debido a las 9 palas, y la caída de calidad en las esquinas, en los reflejos y luces especulares un bokeh con un pequeño aro de cebolla, que en vez de molestar (como en otros objetivos), para mi, no hace mas que remarcar y acentuar el bokeh. ¡Tremendo!
El otro gran cambio de chip. Por culpa de los magníficos macreros que tenemos en este foro, y la necesidad de un tele estandar para la fotografía de estudio, tenía claras dudas en que invertir. En un principio. no sabía que hacer por que, tengo el 50 f1.8 de sony, que ópticamente, no está mal, aún que del resto es una patata, pero bien aconsejado por un compañero del foro, me compré un Vivitar 55 f2.8 macro con un adaptador, que le saca los colores al Sony, por lo que el deseado Sony Zeiss 55 f1.8, se me hacía lejos, dado que la inversión me obligaría a deshacerme de los otros dos, y el Vivitar se queda conmigo. Así que las opciones que tenía, eran el sony 90 f2.8 macro o el 85 f1.8, que probé recientemente, o el Zeiss Planar 85 f1.4 con adaptador ( que me dejó flipado cuando lo probé), inclinándome mas por el Zeiss, por una cuestión personal con el color y su transición en Zeiss, que me tiene embelesado desde el principio de los tiempos.
Pero éstos días, se me han roto los esquemas, y os cuento. Un fotógrafo de esos a los que sigo hace mucho tiempo, porque su trabajo me atrae y me inspira, y con el que tengo buen rollito, aún que sus equipos son exclusivamente Leica y Hasselblad, con los problemas que ha habido en Hong Kong, su último trabajo corporativo lo realizó en su casa, ya que no podía acceder a su estudio y su equipo, y para ello, su tienda de confianza le envió en préstamo, 2 profoto B2 con varios modificadores, una Sony A7 RIV y un Voigtlander 65 F2 Macro Apo-Lanthar. Hizo el trabajo, y se quedó la cámara y el objetivo. Yo he tenido la suerte (entenderéis que no pueda mostrarlo), de ver el trabajo, y unos recortes al 100% del mismo, y sinceramente, es increible. Y lo es, porque las mismas fotos las realizó con la cámara y el objetivo que lleva siempre con él, la Leica M10-D y el Summilux-M 50/1.4 ASPH, y comparados los recortes, el Voigtlander, no sólo tiene mas nitidez aparente a la misma apertura, sino, que tiene 0 distorsión, es mas, parece que la Leica no da la talla (jaajaja, me muero de la risa con mi afirmación). Además de éste trabajo en concreto, me puse a investigar, y me pasé todo un día, buceando por la red, sobre todo en Flickr ( ), y tras ello, me he puesto a ver reviws, y ahora lo tengo mas que claro. Ni 55, ni 85, ni 90, éste es mi objetivo, a pesar de que contrasta los colores un poco mas de lo que a mi me gusta, pero ésto último, es lo mas fácil de solucionar en el revelado.
Valla ladrillo, pero para estos días, no es malo, jajaja.
¿Que? ¿ Os ha pasado algo similar? ¿o soy yo el único rarito?
Cuéntanoslo.
Unha aperta
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