¿Profesionales de la fotografía? ... la caída de un mito, y la instauración del arte.

nomaRags

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Este es un tema recurrente, y siempre polémico, ya que cada óptica es distinta, y por suerte, la mayoría de los que nos paramos a pensar y opinar de esto, nos enriquecemos unos de otros, con nuestras vivencias, experiencias, conocimientos y emociones.

Y desde esos cuatro puntos de vista, quiero enfocar este post, para desmitificar lo que yo llamo, "EL CORPORATIVISMO DE LOS MEDIOCRES".

Paso a definir como profesional de la fotografía, a aquella persona que cobra por los trabajos realizados en fotografía, ya sea, por que es su fuente de ingresos principal, o secundaria. ( El fotógrafo profesional es aquella persona que lleva años de experiencia dedicándose de manera exclusiva a la fotografía, con lo cual percibe ingresos que le permiten vivir de forma cómoda y haciendo lo que le gusta. Definición mas adoptada en internet.)

Mi experiencia en este campo, comenzó en los años 80, como asistente de un fotoperiodista Rafa Hermida (el viejo) que trabajaba para tres diarios locales, incluido el decano de la prensa nacional, y a su vez, colaboraba con agencias como EFE.

Con él, aprendí la base de la fotografía que me ha permitido adaptarme rápidamente a cada tendencia y nueva tecnología que ha surgido desde entonces. Los magníficos recuerdos de aquella juventud, los tengo gravados incluso en mi propio cuerpo, a forma de cicatrices físicas, como la de una quemadura producida por la bombilla incandescente roja, con la que sustituí la del baño de aquel extinto cine de Cerdedo.

Además de la técnica de obtención de las imágenes, mi mentor, me instruyo en el revelado y positivado del celuloide, en condiciones imprevistas en cualquier baño sin ventana al exterior, que se cruzase en las prisas de antes de la ignición del rotativo.

La fotografía profesional, según aprendí, era un trabajo duro, que consistía en acertar con el momento justo, en el instante que se producía el hecho, en las condiciones que el equipo técnico nos proporcionaba, teniendo en cuenta el formato del encargo del pagador, y sin pensar en la estética o calidad final del resultado, sólo en el RESULTADO.

Por ello, el equipo era importante, muy importante, y cuando me refiero al equipo, lo hago pensando en la cámara, el objetivo, la película, los líquidos reveladores y de positivado (el Feiticeiro de Gago, cuantas pócimas mágicas ha creado), y un montón de caharrería que acompañaba a cada salida única.

Complementaba todo esto, los reportajes sociales como bodas, bautizos, comuniones, reuniones, cenas importantes y de sociedades de "rancio abolengo", etc. Y aquí, en el complemento, era donde había esos pocos segundos a mayores para además de captar el momento, te centraras en la calidad final del producto, y alguna vez, en la estética del mismo.

A partir de este período de aprendizaje, y tras regalarme Rafa una ampliadora, cubetas, mesa, espirales, pinzas, papel, película y un largo etc, pasé a ser un aficionadillo entusiasta de lo aprendido, pero con tres grandes diferencias: la primera y mas importante, la falta de medios económicos para mejorar mi equipo; la segunda, la pérdida del estrés por cumplir con el objetivo y el plazo, y la tercera consecuencia de las anteriores, la capacidad para aprovechar lo que tenía para dar rienda suelta a mi creatividad con el menor gasto económico posible.

Por ello aprendí en aquella época, que por mucho que me esforzara, jamás sería capaz de crear grandes obras, ya que la calidad era directamente proporcional a la cantidad de dinero que pudieras invertir en la fotografía, y que estaba reservado sólo para poseedores de grandes fortunas, o privilegiados de grandes agencias como Magnum, donde la creatividad contaba con recursos casi ilimitados, y que a día de hoy, nadie duda de lo que afirmo (Henri, Robert, Rene, Leonard, Raymond, Marck, ... )

Otra época de mi vida, con el gran avance de la fotografía digital, o para mi, "la democratización del arte de la fotografía", me llevó a realizar por unos pocos años, trabajos pagados de BBC, donde descubrí por aquel entonces, que en resumen, el trabajo era una vuelta a los orígenes, pero con una pizca de creatividad, un aumento sustancial de la calidad final del trabajo, y una nueva era para la expresión artística personal que definitivamente, definiría la fotografía como una nueva forma de arte, al alcance de los que somos mediocres y de los que son brillantes.

Todo esto, no es mas que un preámbulo de mi parecer sobre los medios que tenemos a nuestro alcance para expresarnos en este campo, sino, para que los que fabrican los medios técnicos para que los realicemos, desarrollen nuevo hardware, software, lentes y soportes.

Por ello, los fabricantes de hoy en día, no buscan la excelencia en sus creaciones para los "profesionales", sino, para todos aquellos que tienen la inquietud de expresar con sus creaciones, pero sin olvidarse de las necesidades de los profesionales de antes, y de ahora.

Y en los de antes que aún perviven ahora, y los de ahora que por mediocres, se han acomodado en el pasado, es este post, ya que se creen en posesión de la profesión como paladines de un modo de vida, tachando a aquellos que se expresan a su manera con el mismo medio, de mil maneras despectivas, y no por que estos últimos carezcan de técnica, capacidad, conocimientos o arte, sino, por todo lo contrario.

El depender económicamente de algo, o cobrar por ello, no te da derecho a estar en posesión de la verdad, no te convierte en juez de los demás, ni te otorga derechos mas amplios, sino, que te obliga a mejorar y aprender de quien es mas creativo y experimental que tu.

Por último decir, que el equipo no hace al profesional, y que cuanto mejor sea el equipo, mas posibilidades tendremos de lograr nuestros sueños, por lo que que soy estoy firmemente convencido, que para el peor de los novatos, el mejor equipo es lo necesario, ya que será el que le permita avanzar sin limitaciones técnicas en este mundo.

Unha aperta
 

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