Las fotos de este Carnaval están hechas todas con mi querida y vetusta NEX-6 con el igualmente antiquísimo zoom 55-210 de Sony, cuya luminosidad es tremendamente escasa. Está claro que este "equipo" no cojea tanto con la abundante luz del día, pero cuando llega la noche el pobre casi no puede ni respirar. Pero yo tengo la extraña manía de que "le quiero" y no atrevo a salir de casa sin él. También lo hago con mi mujer, a la que, precisamente anoche, le dije que necesitaba una a6700 y el 18-135 de Sony, ya que tenía al parecer un enfoque buenísimo y se portaba muy bien con la baja luz que emiten las estrellas en la negritud de la noche. Pero ella me dijo que nones, que eso solo podría ser si vendía todo lo demás... O sea que, si el ayuntamiento no me ilumina más y mejor las calles, me van a seguir quedando oscuras, movidas y ruidosas las figuras que desfilen por ellas. (No sé si, en serio, hablar con el concejal de turno...).

