Paudelleida
Disparando
- Buenos días Doña Lupita.
- Buenos días Doña Asunción.
- ¿Regando las plantas?. Las tiene muy bonitas.
- Gracias querida. Ya sólo me quedan unas pocas. Ya no puedo cuidar muchas por mi edad pero las que aún conservo me gusta que se vean llenas de vida.
- Claro que sí. Usted siempre ha tenido unas flores preciosas.
- Bueno, es con lo que me entretengo y es algo con lo que disfruto mucho.
- Ojalá las mías se vieran tan bonitas como las suyas. Un día me tiene que explicar su secreto.
- Con mucho gusto. ¿Quiere entrar para tomar un café y charlar un rato?. Justo acababa de poner la cafetera.
- Muchas gracias Doña Lupita pero tengo un poco de prisa. Aún he de hacer algunos mandados y se me echa encima la mañana. Será otro día.
- Como quiera, ya sabe que aquí siempre me encontrará.. Apenas salgo por la artritis. Mi hija Virtudes se encarga de hacerme las compras.
- Pues le prometo que un día de éstos en que esté menos ocupada nos pondremos al día de los chismes del barrio. Por cierto, ¿ya se ha enterado que Berta, la de los Mendoza, se nos va a casar?.
- Pero ¿qué me dice? si solo tiene 16 años...
- Sí pero la panza ya se le empieza a notar y sus padres le han dicho que o hay boda o se va de casa y la desheredan.
- Era de esperar de esta pendona, siempre detrás de todo lo que llevara pantalones. ¿Y quén es el "afortunado" galán?
- Pues Julito, el de los Villarreal.
- ¿Ese?, vaya por Dios, tal para cual.
- Bueno la tengo que dejar. Me ha gustado mucho conversar con usted.
- Lo mismo le digo, siempre es un placer charlar con usted. Y no sea tan cara de ver. La espero para tomarnos unos taquitos con un tequilita. Tengo muchas cosas que contarle, lo de las sobrinas de Doña Pancracia y de lo que le sucedió al borrachín de Eustaquio con su mujer.
- Ya se me pone la boca agua con sólo pensarlo. Miraremos de ponernos al día mientras nos tomamos este tequila..
- La estaré esperando, hay tantas cosas que contarle que nos podríamos estar todo el día. Y que conste que no soy nada chismosa, solo que me lo cuentan todo porque les inspiro confianza.
- Así es, usted es una buena persona a la que no le gusta hablar mal de los demás. Y siempre tan enterada de todo...
- Bueno, una no tiene mucho más que hacer.
- Lo dicho, nos vemos pronto. Adiós y cúidese Doña Lupita.
- Dios le acompañe Doña Asunción. Hasta lueguito.
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