No me extraña Berna. Ambos pintores se pasaron la vida auto copiándose a sí mismos por puro marketing y la despiadada voracidad de hacer caja. Lamentable.
Peor todavía Tapies que degeneró en en arte ( exposición Princesa Sofía) que era PURA BASURA cogida de los vertederos tal cual y colgada en la pared. Indignante. Una vergüenza.
Y sobre los gigantescos cuadros de de Rodchenko y similares y muchísimos de Tapies y miro…cuando me preguntan…. ¿ Te gusta?. yo respondo como el famoso crítico de arte Belga:
Bueno….me gusta la decoración.
Ósea: se salva uno entre mil y los otros ascendidos a los cielos por el marketing avaro, no pasan de ser pura decoracion, que no Arte.
Lógicamente antes me tienen que enseñar el cuadro porque modestamente y en general si sé apreciar lo bueno de lo malo y lo puramente “ decorativo”
Y como no soy nadie ni me debo a nadie, pues los critico despiadadamente si hace falta, y me quedo tan ancho.
No eres tú solo.
Sí, bueno, me has recordado a Piero Manzoni, un "artista contemporánero" que presentó la creación "
Mierda de artista" que habría de darle fama,
una serie de noventa latas numeradas y con una etiqueta bien clara en cuatro idiomas. «Mierda de artista. Contenido neto: 30 gramos. Conservada al natural. Producida y enlatada en mayo de 1961
Pero si lo anterior ya es para quedarte pasmado lo que sigue ya es de no entender: Se equiparó el precio de los excrementos de Manzoni con el del oro. En aquel momento, treinta gramos del metal costaban alrededor de 40 dólares, así que las latas se vendían más o menos por ese importe. Podría parecer ridículo rascarse el bolsillo para comprar heces, pero al final se ha revelado como una excelente inversión: en 2007, la Tate Modern londinense adquirió una de las latas por
30.000 dólares; ese mismo año, otra se subastó por
108.000, y en 2016 se vendió una por
300.000. El oro se ha vuelto barato en comparación.
Según la Fundación Piero Manzoni, hay en el mundo once museos que poseen al menos uno de los coquetos envases: el que más cerca nos pilla es el Centro Pompidou, en París, orgulloso propietario de la 'Mierda de artista' número 31. Hace algunos años, un amigo de Manzoni publicó en los periódicos que, en realidad, las latas no contienen deposiciones, sino solo treinta gramos de yeso, pero nadie está dispuesto a abrir una para comprobarlo, porque eso hundiría su cotización.
A mi llámame raro, pero van finos si esperan que me moleste, ni siquiera, en ir a ver la lata de mierda. Nunca mejor dicho.
Saludos Enric. Y si conocías la historia perdona por el tocho. Y perdona Pau por meterme así en tu post. Saludos.