Y de paso escacharrándose de risa porque un individuo bastante raro se acerca a nosotras en medio de la calle y nos dice algo ininteligible y para más inri nos hace dos o tres fotos. Y lo peor de todo, resulta que se sienta después con nosotras, compra un pinchín y se pone él mismo a tomárselo con nosotras...
Adjuntos
Última edición: