En dos ocasiones Cervantes residió durante un corto periodo de tiempo en Valladolid. Una en la niñez, la otra de adulto, casi en el momento en que publicó la primera parte del Quijote. Allí se acomodó en un tanto pequeño espacio, más bien unas habitaciones que una casa propiamente dicha, a orillas de la Esgueva, hoy oculta. Vinieron con él a la ciudad del Pisuerga su hija y una prima de esta, y las dos hermanas del escritor, además de una criada. Es un espacio tan pequeño que probablemente se verían obligados a "montar y desmontar la casa durante la noche".

El espacio femenino, que se ceñía al estilo musulmán, era el que reunía más comodidades pues en él se recibían las visitas de amigos.
La cocina actual es una reconstrucción. No había propiamente ningún conducto vertical de salida de humos ni chimenea en los planos originales de esta pieza de la casa. Esta cocina fue hecha en 1948 recreando más bien la que correspondería a una casa de cierto nivel económico. La realidad era más cruda. Cervantes estaba lejos de disponer de tales recursos y cocinarían en el corral subiendo la comida en recipientes de barro.
Por último, el gabinete del escritor. El espacio en sí es auténtico, pero el mobiliario no. Aquí escribiría por ejemplo las poesías preliminares del Quijote y la solicitud del privilegio real para imprimir dicha novela (la primera parte).
Había todavía un pequeño corredor y una sala o alcoba que ahora han acondicionado como comedor pero que en la época estaría dividida por algún tabique para formar dos dormitorios. No tenía un angular para sacar la parte izquierda de la pieza


El espacio femenino, que se ceñía al estilo musulmán, era el que reunía más comodidades pues en él se recibían las visitas de amigos.
La cocina actual es una reconstrucción. No había propiamente ningún conducto vertical de salida de humos ni chimenea en los planos originales de esta pieza de la casa. Esta cocina fue hecha en 1948 recreando más bien la que correspondería a una casa de cierto nivel económico. La realidad era más cruda. Cervantes estaba lejos de disponer de tales recursos y cocinarían en el corral subiendo la comida en recipientes de barro.
Por último, el gabinete del escritor. El espacio en sí es auténtico, pero el mobiliario no. Aquí escribiría por ejemplo las poesías preliminares del Quijote y la solicitud del privilegio real para imprimir dicha novela (la primera parte).
Había todavía un pequeño corredor y una sala o alcoba que ahora han acondicionado como comedor pero que en la época estaría dividida por algún tabique para formar dos dormitorios. No tenía un angular para sacar la parte izquierda de la pieza

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