Hace unos días estuve en la capital condal en un apretado viaje que nos dejó exhaustos. Poco tiempo y muchas cosas que teníamos muchísimo interés en ver. He manejado documentación fotográfica del modernismo catalán, por supuesto, pero esas imágenes palidecen, o al menos palidecen a los ojos de uno de la meseta, ante la contemplación en vivo. La verdad es que me quedaba mirando embelesado esas formas y colores que resplandecen en interiores y desafían en los exteriores.
Bóveda del Palau de la Música Catalana
Bóveda del Palau de la Música Catalana