Estuve pensando un rato si escribir en el título de, o bien del... La Suerte decidió por mí.
Siempre que paseo por esa zona me acerco a ella. También es cuestión de la Suerte, o tal vez de su hermano el Azar. Pero me atrae, como si estuviera ella cargada de imán y yo fuera un hierro encendido que, envuelto en llamas, quisiera abrasarme del todo, abrazándome a sus luces brillantes para que aniquilasen para siempre mis sombras.
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Siempre que paseo por esa zona me acerco a ella. También es cuestión de la Suerte, o tal vez de su hermano el Azar. Pero me atrae, como si estuviera ella cargada de imán y yo fuera un hierro encendido que, envuelto en llamas, quisiera abrasarme del todo, abrazándome a sus luces brillantes para que aniquilasen para siempre mis sombras.
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