Paudelleida
Disparando
Triste silueta de un perro callejero vagando sin rumbo en la noche de la ciudad, buscando un lugar donde dormir y sin nada que llevarse a la boca. Ya hace tiempo que no buscas a tus dueños que te abandonaron de cachorro en un suburbio lejano y escaparon en su coche como ladrones. Los primeros tiempos fueron muy duros luchando por sobrevivir contra otros perros callejeros veteranos, más avezados y más fuertes. Estuviste a punto de morir de inanición pero lograste salir adelante en esta selva donde las jaurías de perros pelean a muerte por un poco de comida. Hay días que te vas a dormir con el estómago vacío, como hoy, pero no siempre es así. Ya te has convertido en un experto en rebuscar entre los cubos de basura y ya ningún perro se atreve contigo porque ya eres un sobreviviente veterano que no se deja intimidar. Por suerte cuando te encuentras a Toñito volviendo de la escuela te acercas a él moviendo la cola y te dejas acariciar. Sabes que te guarda un trozo de su bocadillo del desayuno y te lo da. Pero a Toñito ya hace una semana que no lo ves y estás triste y hambriento. Ignoras que ha caído enfermo de una enfermedad llamada Covid y que todavía estarás mucho tiempo sin verle. A la hora de la salida del colegio esperas en la acera de enfrente pero hoy tampoco lo has visto. Es tu único amigo y el único que se preocupa por ti. Al principio te llevó a su casa y quería quedarse contigo pero sus padres no lo permitieron y aún recuerdas la pataleta y lloriqueos que esto comportó. Pero decidió que cuidaría de ti pese a todo y hay días que te lleva sobras de su cena del día anterior y entonces te das un verdadero festín. Le acompañas todo el camino de regreso a su casa saltando a su lado mientras el te acaricia y ríe contento. Lo dejas en la puerta y te vas porque ya sabes como las gastan sus padres. Lo echas de menos. Mañana volverás al colegio a ver si lo ves. Por el momento buscas un lugar cómodo y abrigado para pasar esta larga noche con el estómago vacío.
Texto y foto: Pau Corrià.
Texto y foto: Pau Corrià.
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