Me gusta cómo ha quedado el rostro a pesar de lo difícil, eso creo, de las condiciones. Estas fotos donde predomina el negro y, de pronto, algo claro como en este caso la cara, resultan, para mí, comprometidas por el equilibrio de tonos. Para que se noten las pequeñas líneas del rostro que dan carácter, habrá que medir bien, o de lo contrario la piel saldrá deslumbrada, como una pasta sin matices. No es el caso de esta foto.
También me gusta el tratamiento de las sombras porque no eclipsan los ojos, que son como el cuásar de la energía expresiva.