Con tristeza, he de decir que tus fotos muestran con claridad, lo que queda después de pasar el incendio. Humo, cenizas, destrucción y dolor. Coincido con los comentarios de las causas que conducen a estos desastres, pero parece que es algo con lo que nos hemos de acostumbrar a vivir, como a la lluvia en invierno o el calor en verano.
Y no es así. No podemos, ni debemos, resignarnos a que ocurran éstas cosas. Para empezar, hay que exigir que se paguen indemnizaciones correctas, que puedan ayudar a esas personas que bastante tienen con su propia pérdida, y luego exigir responsabilidades. Como dice un amigo, mientras haya ovejas, habrá lobos. Es triste y duro, pero es así.
Es que no puedo describir o imaginar lo que sentirán las personas que vivían en la casa de la primera foto, quizás viendo desde el mismo punto que tú tomaste la foto, mientras piensan en lo que han perdido materialmente y todos los recuerdos que se han ido con ello. Qué dolor!.
Muy buenas fotos, gracias por traerlas,
dafd. Saludotes.