Paudelleida
Disparando
Esta frase me la encuentro hecha realidad en mi humilde persona en mi devenir por la vida. No es que me considere famoso o un personaje importante o mediático ni que lo pretenda pero los hechos no hacen más que confirmarlo. Normalmente procuro ir de incógnito en mis viajes y en mis apariciones públicas pero aún así no he podido evitar que mis fans manifiesten públicamente su adoración a mi persona de mil diferentes formas. Incluso han aparecido algunas marcas comerciales con mi nombre porque saben que así venderán mucho más. Esto último no me importa porque mis abogados se ponen en contacto con la empresa en cuestión y cobro unos buenos royalties. La verdad es que procuro tomármelo bien, aunque a veces preferiría un poco más de privacidad y no ser tan conocido. En fin... que no se puede ser famoso. He aquí algunos ejemplos de este fenómeno:
Una placa en la fachada de la casa donde nací (hoy convertida en museo) y que es un lugar de constante peregrinación de fans y curiosos.

Incluso en mercadillos y tiendas mi nombre aparece como un gran reclamo para aumentar las ventas:


Una marca de miel, la más vendida en Catalunya gracias a mi nombre.

Desde mi llegada a México ya se ha desatado la "paumanía" en marcas de productos, como el de esta bebida de zumo de fruta.

Y fijaros lo que me pedían mis fans en Catalunya (por esto decidí huir).

Una placa en la fachada de la casa donde nací (hoy convertida en museo) y que es un lugar de constante peregrinación de fans y curiosos.

Incluso en mercadillos y tiendas mi nombre aparece como un gran reclamo para aumentar las ventas:


Una marca de miel, la más vendida en Catalunya gracias a mi nombre.

Desde mi llegada a México ya se ha desatado la "paumanía" en marcas de productos, como el de esta bebida de zumo de fruta.

Y fijaros lo que me pedían mis fans en Catalunya (por esto decidí huir).
