QUE HACEMOS AQUÍ LOS AFICIONADOS ?

Pues ha buscado y resulta que Emili Vilamala es un jubilado de Víc gran aficionado a la Naturaleza y a la Montaña que se lo pasa muy bien madrugando cada mañana para hacer sus fotos y presentarse a concursos.

Esta es la entrevista que le hizo La Vanguardia

Es la viva explicación de lo que estamos comentando. Es un aficionado, le gusta la fotografía, le gusta caminar/pasear, le gusta madrugar, luego hace fotos de amaneceres preciosos. Sin más intención. A eso se le llama disfrutar, gozar.

Cuando tienes que poner el despertador tres veces para madrugar para coger el coche e irte a quintanapana del camino y, con un sueño y cansancio de narices, sacar una foto... a eso se le llama trabajar. Exagerando un poquillo, que no todo el trabajo es maldito y doloroso, pero sí suele ser cansino, aburrido y agotador.

Saludos Enric ros

PD: y no las monetizará porque entonces estaría obligado a hacer el segundo párrafo, mientras que a él le gusta practicar el primero. (a mi también)
 
Refloto este no muy viejo hilo, pues tengo algo que decir. Si bien el planteamiento inicial de Enric lo veo erroneo, sus reflexiones son mas que acertadas. Y si digo que el planteamiento es erroneo, es por que según ese planteamiento, supones que desde una afición hay que dejar huella, un legado, un camino a seguir o una tendencia. Y eso es mucho pretender para plantearlo desde una afición. Eso, que puede ocurrir ocasionalmente, es algo que si es dificil, no es por la mejor formación de las nuevas generaciones de fotógrafos. Creo que en buena parte es por algo parecido a lo que pasa con la música. Y es que ahora está todo inventado.


Hoy por hoy es difícil encontrar cosas que no se hayan hecho antes. Antes los propios aficionados teníamos los ojos mas vírgenes de no ver tantas fotos como vemos ahora. Y el fotógrafó salía con una mezcla de expectación e inocencia que a veces si acompañaba la situción y la inspiración, se disparaba la creatividad y salían cosas realmente originales, curiosas o impactantes. Hoy hemos visto tantas buenas fotos, que salimos a ver si con suerte damos la talla. Casi buscamos mas que impactar, hacer una foto sin errores. Las normas de lo estéticamente correcto hoy están demasiado definidas para una libertad creativa plena. Hoy es mas dificil sorprender.


Además la fotografía digital y el postprocesado han abierto tanto las posibilidades que de algún modo han limitado ciertos caminos, ciertos modos de creatividad. Recuerdo cuando planeaba diapos de dos en dos, de modo que buscaba cosas que volaban y quemaba esos cielos para que al ser transparentes pudiera colocar esa cosa voladora, fuese un avión o un pájaro o alguien saltando, en el mismo marquito de diapo con otra diapo en la que el horizonte no estuviese demasiado alto. Hice algunas de las fotos que mas satisfacción me produjeron en aquel tiempo así, hasta el punto que al revelado encargaba que mandasen la película de diapositiva sin cortar y compraba yo los marquitos sueltos. La técnica del bocadillo en las diapos, me dió no pocas satisfacciones.


También cuando por la noche hacía una foto de la luna, dejándola en la parte superior y el resto del cielo, al ser negro, dejaba el fotograma sin quemar para añadirle lo que quisiera o se me ocurriera. Luego disparaba el mismo fotograma una segunda vez añadiendo el resto de una foto que era del todo imposible, pues la luna nunca podría estar ahí. A veces incluso dejaba ese fotograma con la luna y la segunda la disparaba ya con luz diurna al dia siguiente. Tengo algunas lunas colocadas en sitios inverosímiles, y no solo en agua de mar o en charcos, si no en determinadas superficies cuasi brillantes, como una aleta de un coche, etc. Cuando disparas a la luna con una focal larga y luego la colocas en una foto con una focal muy corta, pueden quedar cosas muy curiosas. Todo eso, entonces causaba una impresión tremenda cuando lo enseñabas, puesto que no sabían a que atenerse a como lo habías hecho. Ahora, como es posible hacer de todo con edición, casi nada causa ese asombro que veías antaño.


De cualquier forma, la principal meta de todo aficionado es disfrutar. Y no sólo al ver los resultados. Yo he disfrutado tanto o mas haciendo las fotos que viéndolas. Las salidas para hacer nocturnas, por ejemplo han sido memorables, no solo por las quedadas y la socialización con la gente, si no por que hemos hecho cosas muy divertidas, con amigos ajenos al mundillo, dibujando con velas y cerillas, cogiendo a uno o dos modelos y sacándolos varias veces en la misma foto en B a base de flashazos, o haciendo cosas mas convencionales como pintar casas con linternas o jugar con los faros de los coches o las atracciones iluminadas de los parques, como las norias en movimiento etc. Mas allá de los resultados que sacábamos, los ratos que pasábamos planeando y haciendo las fotos, fueron en muchos casos memorables. Y buenos ataques de risa tuvimos en su momento con ello.


Del mismo modo, las salidas a cazar bichos, edificios, gente, festejos, reflejos en el agua, en los escaparates. Paseos por la nieve, hojas de otoño, flores de primavera, etc. Tienen numerosos paseos placenteros a veces en solitario o a veces en buena compañía. Sea como sea, la fotografía para un aficionado debe ser fuente de disfrute, incluso aunque los resultados no den para ganar concursos.


En cuanto al equipo, somos a menudo víctimas del consumismo. Si bien los aficionados avanzados agradecen las nuevas prestaciones que vienen con las nuevos modelos, muchos son los que no paran de pensar en mejorar un equipo, cuando luego resulta que no le sacan todo el partido que pueden al que tienen. Aunque yo ansío cambiar mi A6000 por una FF, en realidad sería feliz si pudiese agenciarme un par de objetivos concretos y por mi, daría por bueno lo que tengo, habida cuenta de que si bien mi cámara hoy es una gama media del montón, cuando salió fué el segundo cuerpo de no pocos profesionales. Conozco bien sus carencias, sobre todo viendo las posibilidades de las actuales, pero también soy consciente de lo que da de si mi cámara y se bien que todavía tiene muchas satisfacciones que darme. Así que dado lo que me han golpeado las dos últimas crisis, (Covid y Ucrania) lo mejor es que me centre en disfrutar de ello, sin dedicar un segundo a lamentar no tener mejor herramienta. Lo cual me impediría tener mayores satisfacciones en este, mi hobby. Mal haría si me lo tomara de otra forma, pues este no es el único que tengo y practico. Por no hablar de los que renuncié a practicar hace mucho.

Desde ahí entrar en la cuestión metafísica de la huella que hoy deja el aficionado en el camino y la evolución de la fotografía, siendo una reflexión nada desdeñable, es solo un aspecto de los cambios que han ocurrido, o están por ocurrir. La prueba es lo que otros compañeros ya han contado, como los cambios laborales, o los comerciales, muy influenciados por el hecho de que hoy todo el mundo lleva una cámara en el bolsillo, pero es que además hoy mucha gente ni aprecia una buena composición. Se pone una gran atención en el manido postureo. Las redes sociales han cambiado la forma de consumir el producto; diría un experto. El consumidor en si mismo, ha cambiado. Incluso la actitud a la hora de enfrentarse a una foto, ha cambiado y es sobre todo por las redes sociales y la cámara en el bolsillo que todos tienen. Ahora hasta empieza a haber estadísticas de los que se caen de alturas, o se hacen atropellar por hacerse un selfie. Se pone mas cuidado en el "con quien" que en el fondo que tiene la foto. Y se busca contar una historia que a menudo tiene poco que ver con la realidad. Con lo que la fotografía en ese sentido ha pasado a tener poco valor "fotográfico" propiamente dicho, si no mas bien un valor "documental" en el que hasta carece de importancia de si es certero o es falso.

Quizá incluso influya la diferencia en el método de aprendizaje de los que no tuvimos una formación planificada y fuimos autodidactas con múltiples lecturas y con lo costoso que era el ensayo y error con la fotografía química, nos hiciera mirar y apreciar las fotos de un modo diferente, de como lo ven los que siguen un método de aprendizaje mejor planificado, en los que se les señala de forma mas concreta lo que es correcto y lo que no lo es, además de poder comprobarlo mas fácil y menos dolorosamente para el bolsillo.

Demasiadas variables todas estas, como para tratar de darle un sentido al tema.
 
Y, respecto de los que envían sus estupendas fotos a los programas del tiempo no me cabe duda que esos programas siempre tienen una finalidad comercial, la de la propia cadena que los emite, pero entiendo que su elección para ser emitidas colma la satisfacción personal del aficionado que las manda.
 
Buscadores de fama hubo siempre, hoy hay más porque hay más gente en el mundo. También conformistas siempre los hubo, mediocres y repetidores. Incluso copistas, pero eso ya es algo más serio, requiere saber mucho y, sobre todo, requiere intención. Los autoreferenciales llenan las columnas de las redes sociales y Youtube, algunos consiguen fama, otros encuentran reconocimiento. Será que lo merecen, porque no todo es descarte.
Los indiferentes no somos legión, y la llevamos bien, porque cada uno hace la suya...
 

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