SONY A5100, un paso más

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Puliendo una gran cámara

Hace unas semanas os estuvimos hablando de la cámara sin espejo más básica de Sony, la A5000. Hoy os vamos a presentar a su hermana mayor, la Sony A5100.

Si la A5000 ya era buena, con la A5100 la marca ha echado el resto. No es un cambio drástico ni sorprendente si no que se trata de ir puliendo pequeños fallos para hacer de la cámara de entrada al mundo Sony sin espejo una cámara muy solvente y que nada tiene que envidiar a otras cámaras réflex APS-C, si no todo lo contrario.

PEQUEÑOS GRANDES CAMBIOS

Mirando las características técnicas vemos que el primer cambio está en el sensor. En esta caso, tenemos un Exmor que ofrece 24,3 megapíxeles por 20,1 megapíxeles de su hermana menor, con lo que hemos ganado algo más de 3 megapíxeles. La pantalla también ha ganado muchos enteros porque ha pasado de tener una resolución de 460.000 puntos a tenerla de 921.600 y conserva el movimiento basculante, muy útil para selfies o grabarnos en vídeo. Tampoco tiene visor, por lo que tendremos que encuadrar siempre con la pantalla. 

El enfoque dispone ahora de 179 puntos (enfoque automático con detección de fases) y de 25 puntos (enfoque automático con detección de contraste). El ISO llega ahora a los 25.600 y ya se aleja bastante del ISO máximo de su hermana pequeña (16.000). La ráfaga alcanza ahora las seis tomas por segundo en lugar de las 3,5 del modelo anterior. Eso sí, siempre en el dial en posición de preferencia a la velocidad.

ERGONOMÍA

Sus dimensiones, peso y capacidad de la batería son prácticamente idénticas, por lo que pocas diferencias tenemos con lo ya comentado en la prueba de la A5000. Según Sony es la la cámara con lentes intercambiables más pequeña del mundo y es ideal para llevarla cuando viajamos. 

En resumen, una actualización sobre una base ya de por sí muy buena. Lo mejor, su precio. La podéis encontrar en FOTO RUANO PRO, por ejemplo, por 499€